Desde niña sintió la necesidad de cuidar y proteger la naturaleza. Esa pasión la llevó a estudiar Ingeniería Ambiental. Actualmente, esta costarricense de apenas 34 años es referente en el tema ambiental de su país y dedica grandes esfuerzos para impulsar el tema de las ciudades sostenibles como un motor para generar beneficios a las sociedades.
Considera que la sostenibilidad debe tener una visión estratégica en las instancias de decisión. A su juicio, a partir del desarrollo sostenible de las ciudades se puede lograr un impacto positivo. “A veces, el tema ambiental se ve como algo de segunda prioridad o que no es tan importante; pero si hacemos las ciudades más sostenibles podemos reducir la vulnerabilidad social de las personas y podemos lograr que las ciudades sean más competitivas”.
Abrir camino en su área como mujer joven no ha sido fácil, consistió en un reto que fortaleció su confianza en sí misma. “Tuve que sacar fuerzas muy dentro de mí y creer en mis capacidades. Le digo a muchas personas que están empezando, especialmente mujeres, que tenemos que creer en nosotras. Para mí, este reto ha significado un proceso de empoderamiento y de confianza”, detalla.
En este reto también ha ido encontrando el respaldo de personas aliadas que le han ayudado a trascender. “Es bonito ir identificando que podía aplicar mis conocimientos e ir abriendo caminos”.
Al ser consultada por los retos que enfrenta la juventud, en la actualidad, la coautora explicó a Diego Echegoyen Rivera, director de la Iniciativa El País Que Viene, que la representación política es uno de los retos fundamentales. “La juventud no se ve representada en los espacios de poder, sienten una desconexión y esto genera desconfianza; lo que a la larga debilita la democracia”. Cree que en la región existe la necesidad de refrescar las caras y los liderazgos dentro de los sistemas políticos.
“El otro reto que veo es sistémico, en cuanto al propósito. Las nuevas generaciones tienen muchas preocupaciones sociales y ambientales; quieren hacer algo con su vida que tenga propósito, pero ese punto de vista choca la manera de hacer las cosas”.
La coautora considera que la integración es clave. “Si trabajamos como islas perdemos la oportunidad de compartir experiencias o adquirir conocimientos de otros países”.
